La entrevista es un procedimiento de obtención de información mediante la conversación entre dos o más personas con unos objetivos determinados en la que alguien solicita ayuda y otro la ofrece.
Existen dos personas implicadas y una relación asimétrica entre ellas:
Ø El que ofrece la ayuda: es el profesional que tiene el rol de indagar mediante preguntas.
Ø El que solicita la ayuda: es el paciente que tiene el rol de responder a las preguntas que el profesional le haga.
Es la técnica de evaluación más extendida y empleada en psicología.
Características
§ Es una conversación con propósito y finalidad.
§ Implica una relación directa cara a cara.
§ Tiene unos objetivos claros prefijados y conocidos por el entrevistador.
§ Es una vía de comunicación bidireccional en la que existen dos canales de comunicación.
§ Es el punto de partida de la relación psicológica.
Existen diferentes tipos de entrevistas:
1. Nivel de estructuración
§ Estructurada: Tanto las preguntas como las respuestas están prefijadas. (EJ: cuestionario guiado SCL-90-R)
§ Semiestructurada: Tiene un guión previo con cierto grado de libertad para proponer cuestiones.
§ No estructurada o libre: Ausencia de guión. Son las más flexibles, pero también son las más difíciles de analizar.
2. Según el tipo de pregunta
Abiertas: ¿Qué es lo que le ocurre?/ ¿dígame los motivos por los que viene a consulta?
-El papel del entrevistador es más pasivo y se permite al paciente que hable de manera libre y relajada.
-Se facilita la relación y el vínculo entre terapeuta y paciente.
-El paciente adquiere la imagen del profesional como la de alguien que se preocupa por escucharle.
Cerradas: ¿Qué actividades física y de ocio realiza?/ ¿Qué edad tenía usted la primer que consumió alcohol?/ ¿Desde cuándo se encuentra triste?
-El entrevistador es más directivo y delimita claramente lo que quiere que el paciente le diga.
3. Según la edad del entrevistado
Cada etapa requiere una atención especial y un asesoramiento concreto, es importante el cómo debe hacerse una entrevista y cuáles son los aspectos relevantes a evaluar. Cada entrevista dependiendo de la edad tiene unas características:
Entrevista de niños (hasta los 11 años)
-Preguntas específicas. Facilitan la comprensión del niño.
-Se requiere habilidades especiales y el conocimiento de la etapa evolutiva.
-Adaptarse al lenguaje y al mundo del niño (dibujos animados, cuentos, fantasías…)
Entrevista de adolescentes (12-17 años)
-Conocer las áreas problemáticas en la adolescencia y preguntar sobre ellas (amigos, estudios, drogas, relaciones amorosas, tiempo de ocio, sexo…)
-Remarcar la confidencialidad de los datos y el derecho a la intimidad para aumentar la colaboración.
Entrevista de adultos (17-65 años)
-Conocer el funcionamiento de diversas áreas. (Familiar, laboral, emocional…)
Entrevista de tercera edad (65 años en adelante)
-Grandes diferencias inter-individuales.
-Escuchar antentamente pero sabiendo cortar cuando se converse de cosas innecesarias.
- Hacer preguntas con un vocabulario sencillo y comprensible, ser precisos.
-Ser directivo: controlar la entrevista.
4. Según la finalidad
E. Diagnóstica: Se recaba información para establecer hipótesis diagnósticas.
E. De orientación vocacional: se recoge información de aptitudes, intereses, motivaciones para ayudar a tomar decisión laboral.
E. De selección: Dirigidas a seleccionar al mejor candidato para puesto laboral o cambios de empresa.
Fases de la entrevista
+Conductual (Llavona, 1993)
1. -Comienzo de entrevista.
2. -Indagación sobre conducta problema.
3. -Terminación de la entrevista.
1. Comienzo de entrevista.
1) Explicar la necesidad y utilidad de la entrevista.
2) Resaltar la necesidad de colaboración.
3) Hacer explícito el compromiso de veracidad.
4) Asegurar la confidencialidad de la información y la no divulgación.
5) Explicar cómo se va a desarrollar la entrevista, es decir, qué se quiere, para qué, y cómo, el cliente sentirá control predictivo y estará más seguro y confiado a la hora de responder a las preguntas.
2. Indagación sobre conducta problema.
1) Definir qué tipo de problema.
Se comienza a analizar de lo general a lo específico.
Al inicio se hacen preguntas abiertas: “¿Qué le sucede?, ¿qué o quién le ha hecho venir aquí?, ¿en qué puedo ayudarle?, ¿Cómo define su vida últimamente?...
Si conocemos el problema y no estamos seguros de nuestras competencias o de que podamos asesorarlo y llevar a cabo un proceso evaluativo y de intervención debemos derivarlo a otro profesional. En el caso en el que el cliente quiera que seamos nosotros el profesional que lleve todo el proceso debemos estudiar el caso y toda la base teoría para hacerlo lo mejor posible; tened en cuenta que trabajamos con la salud mental de la gente, es algo muy importante y relevante para la persona.
El psicólogo observará, escuchará y vivenciará la conducta del paciente.
2) Obtener especificación de las conductas problemas.
El entrevistado tiene que descomponer y describir el problema en conductas:
Por ejemplo:
Entrevistado: “Mi vida no tiene sentido, me siento vacío, mal…”
Entrevistador: “¿Por qué su vida no tiene sentido? ¿Qué le hace pensar eso? ¿Qué hace en el día para que usted se sienta mal? ¿Se encuentra usted mucho tiempo solo?”
El entrevistado tiene que narrar de manera pormenorizada la última vez que el problema apareció en su vida.
Por ejemplo:
Entrevistador: ¿Puede describirme con detalles como sucedió la última vez que usted se siento así? Desde el principio reláteme en que entorno se encontraba, con que personas, en qué lugar, a qué hora, que motivos cree que le llevaron a estar así, etc.
3) Cuantificar el problema.
Cuando tengamos clara cual o cuales son las conductas problema, cuantificaremos los principales parámetros de la misma a través de preguntas para saber:
-Frecuencia: Veces que ocurre en periodo de tiempo (al día, a la semana, al mes)
-Duración: Cuanto dura, cuanto duró la última vez que ocurrió, cuando fue la vez que más duro y cuanto duro, etc.
-Intensidad: Cuando tuvo el problema más intensidad (más fuerte, peor estado), cuando tuvo menor intensidad, si la intensidad va agravándose cada vez más, etc.
4) Indagar sobre determinantes.
La secuencia es: Estímulos antecedentes – Variables del organismo – Estímulos consecuentes.
1. Estímulos antecedentes
· ¿En qué situaciones aparece?
· ¿Qué está usted haciendo cuando aparece el problema?
· ¿Qué pasaba/como se sentía/ qué pensaba/ qué hacía inmediatamente antes?
2. Variables del organismo
Estado de activación central y autonómica cuando se produce la conducta problema.
3. Estímulos consecuentes
· ¿Qué hicieron o que dijeron las personas que estaban con usted?
· ¿Le paso algo a usted, cómo se sintió, qué pensó, qué hizo inmediatamente después?
· ¿Qué otras cosas sucedieron? ¿De entre todo esto, qué le resulto agradable y qué le pareció desagradable?
5) Indagar sobre la relevancia, desarrollo y necesidad de cambio
1. Para valorar la gravedad del problema
· ¿Cómo afecta el problema a su vida diaria (en casa, en el trabajo, en su familia, en sus relaciones…)?
· ¿Cómo afecta el problema a las personas de su entorno?
2. Historia del problema
· ¿Cuándo esto que le ocurre empezó a ser un problema para usted?
· ¿A qué causas atribuye la aparición del problema?
3. Necesidad de cambio
· ¿En qué medida está usted interesado en solucionar su problema?
· ¿Cómo le gustaría que fuese su funcionamiento en el futuro?
6) Finalizar la entrevista.
Una vez que poseamos la información suficiente para hacer hipótesis sobre el funcionamiento del sujeto y sobre los determinantes de la conducta problema.
¿Cómo finalizamos?: se informará al paciente de que por el momento no es necesario recabar más información.
+Clínica (Maganto y Cruz, 2005)
1. Pre-entrevista
Ya sabemos quién es el paciente debido a que previamente lo hemos contactado vía telefónica y sabemos cuál es su motivo de consulta.
En la primera llamada debemos anotar:
§ -Quien llama (si el paciente u otra persona que llama por y para alguien; ej: padre o madre para consultar sobre su hijo)
§ -Motivo de la consulta.
§ -Referente: es derivado por algún otro especialista o viene por iniciativa propia.
2. Entrevista
1º fase: conocimiento mutuo
Debemos establecer el vínculo con el cliente, esta es la primera fase de conocimiento.
Los aspectos básicos son:
Ø Contacto físico y proximidad.
Ø Saludos sociales y cordiales.
Ø Tentativas de conocimiento muto y muestra de interés acerca de su vida y su problema. (Usted solicito una entrevista porque…; usted llamo preocupado porque… puede indicarme…?)
La actitud que mantengamos debe ser acogedora, cálida y empática. Debemos cuidar la comunicación y el trato tanto verbal como no verbal. Mostrar cortesía, amabilidad y disposición hará que se establezca mejor el clima de confianza. De esta fase inicial puede depender que el cliente vuelva a nuestra consulta-
2º fase: exploración e identificación del problema.
Ø Analizar las demandas, quejas y metas.
Ø Escuchar, observar y preguntar.
Ø Guiar con preguntas al entrevistado: es importante escuchar y saber cuándo y cómo preguntar.
Ø Objetivo: comprender el problema, los antecedentes y los consecuentes en intentos de solución.
3º fase: despedida
Aclaremos el plan de trabajo en las próximas sesiones, fijaremos una nueva cita y nos despediremos físicamente, dar la mano, acariciar la espalda, abrirle la puerta y mostrarle un rostro de simpatía y comprensión para que sepa que le vamos a ayudar.
3. Post- Entrevista
En esta fase debemos repasar notas tomadas, reflexionar sobre el caso para que podamos establecer las hipótesis.
§ Motivo de consulta.
§ Percepción del sujeto de su problema.
§ Por qué acude.
§ Antecedentes y consecuentes.
§ Severidad.
§ Tentativas de solución.
§ Jerarquización de los problemas planteados en función de su severidad.
§ Definición del o de los problemas.
§ Hipótesis iniciales.
§ Pronóstico en función de variables personales, familiares, sociales, etc.
Características de un buen entrevistador:
1. Características actitudinales.
2. Habilidades de escucha.
3. Estrategias en el manejo de las verbalizaciones.
Características actitudinales.
1.1. Empatía:
Debemos entender los problemas del otro, captar sus sentimientos, ponerse en su lugar, confiar en él y en sus capacidades resolutivas y de desarrollo para salir adelante, respetar su libertad, su intimidad, no juzgarle, aceptarle como es y cómo quiere llegar a ser, verlo desde sí mismo no desde nuestra perspectiva (poder sentir como se siente), debemos de mostrar una aceptación incondicional y un esfuerzo por estar en todo momento en el lugar del otro.
1.2. Calidez: Lenguaje verbal y no verbal.
Proximidad física, postura, gestos y refuerzos verbales indicadores de aceptación.
1.3. Competencia:
Demostrar experiencia y capacidad para entender y ayudar al paciente, esto le dará seguridad al paciente.
1.4. Flexibilidad y tolerancia:
Saber adaptarse a la diversidad de personas con las que se trabaja.
1.5. Coherencia y ética profesional:
Ser coherente con nuestro modo de entender la psicología. Mostrar el máximo respeto al paciente en todo momento y en todas las fases, consentimiento, informado, cofidencialidad y protección de la información.
2. Habilidades de escucha.
2.1 Dejar de hablar nos sirve para:
ü Demostrar nuestro interés.
ü Propiciar el ambiente de confianza.
ü Evitar distracciones.
ü Establecer un buen rapport.
ü Controlar su impulsividad.
ü No interrumpa.
ü No haga valoraciones críticas o entre en discusiones.
ü Pregunte lo necesario, pero no haga que sea un interrogatorio forzado o pesado.
2.2. Escuchar activamente nos sirve para:
Mantener el contacto ocular y expresar con los ojos comprensión y deseo de escuchar, indicar “sí” con la cabeza y afirmar, no mostrar acuerdo o desacuerdo, ser neutro, dejar pausas para animar al hablar, formular preguntas abiertas y mostrar que se comprende cómo se siente el que hablar.
2.3. Baja reactividad verbal:
Tiempo que tarda en contestar el entrevistador desde que el entrevistado ha intervenido, mantener la latencia prolongada.
2.4. Silencios instrumentales:
Se deben dejar silencios para que promuevan que el entrevistado siga hablando y favorecen la relación terapéutica.
2. Estrategias para provocar o mantener una comunicación con el paciente.
Técnica del “eco”: frase similar a la dicha por el entrevistado.
Dar la palabra: “continúe por favor”
Comentarios confirmatorios: “yo también creo que…”
Realimentación comunicacional: “si no he entendido mal…”
Interpretación: establecer causas y consecuencias de los hechos narrados.
Manejar las verbalizaciones es muy importante para que se desarrolle la entrevista con más normalidad y podamos extraer más información veraz acerca del problema del paciente.
Pautas para el manejo de las verbalizaciones:
§ Se aconseja utilizar las técnicas facilitadoras de la comunicación.
§ Comenzar con preguntas abiertas.
§ Las preguntas deben ir de lo general a lo específico.
§ Hay que centrarse progresivamente en el problema por el que se consulta
§ Los aspectos verbales como intensidad, tono de voz, etc., deben cuidarse.
§ Escuchar activamente favorece la comunicación.
§ Dejar de hablar y no interrumpir son reglas de oro básicas.
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