La perspectiva evolucionista y la perspectiva socio-cultural no son incompatibles, de hecho, no solo son compatibles sino que una influye sobre la otra e interaccionan entre ellas.
Desde el principio de los tiempos el ser humano ha sido interdependiente de otros seres humanos para sobrevivir a los obstáculos que el medio físico le impone día a día. La coordinación y adaptación al grupo es necesaria para la supervivencia y para satisfacer las necesidades propias desde la parte egoísta que nos caracteriza, esta tarea es muy compleja y tuvieron que desarrollar mecanismos. Nuestro cerebro, nuestra mente y conducta tuvieron que evolucionar en una dirección determinada para adaptarse al grupo. Con este desarrollo se genera la cultura, esta surge por la evolución y responsable tras su surgimiento de modificar dicha evolución.